Miguel Florez López se quedó con el quinto parcial Crédito: BTorres/globesport
SAN JUAN.- Sus puños se crisparon en lo alto, su grito se confundió con el de la multitud y sus ojos chocaron con el impiadoso sol sanjuanino. Así fue el festejo del colombiano Miguel Florez López tras apoderarse de la etapa Reina de la Vuelta a San Juan en pleno macizo andino. Luego de recorrer 169 kilómetros en permanente ascenso, el joven de 23 años coronó su éxito gracias a enorme capacidad de escalador y la excelente estrategia que implemento el equipo italiano Androni Giocattoli.
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Aunque todos los días son importantes en esta competencia, la 5ta etapa suele ser la más determinante y la que más atención atrae. Generalmente, quien gana este tramo suele llegar a la última con grandes chances de obtener la general. Pedalear sobre el Alto Colorado a más de 2565 metros de altitud demanda mucho esfuerzo individual, pero también obliga a desarrollar una estrategia de equipo si se quiere llegar con el aire a la zona de definición. Y Florez López pudo resolver la ecuación perfecta: cuando la cabeza manda, sus piernas respondieron para aventajar por 2s al español Oscar Sevilla, del Team Medellín, y al norteamericano Brandon McNulty, de UAE Emirates, El líder de la clasificación general, por tercer día consecutivo, sigue siendo el belga Remco Evenepoel (16h19m5).
El triunfo del pibe nacido en Boyacá dejó en evidencia lo importante que es correr en equipo y contar con buenos gregarios, que trabajaron durante gran parte del trayecto para barrerle el camino. De cuerpo pequeño y delgado, con poca velocidad pero mucha resistencia en la subida, Florez López mostró su talento en las etapas con pendiente pronunciada, al igual que muchos de sus compatriotas. No es ninguna casualidad que los últimos tres ganadores de la etapa Reina cuyana hayan sido colombianos.
El pelotón emprendió el desafío de escalar sobre el Alto Colorado, a más de 2565 metros de altitura.
Mucho del trabajo colectivo en los diferentes tramos se apoya en las características y el rol que tiene cada uno de los seis corredores que integran las formaciones. No todos los pedalistas que participan quieren ganar la competición: unos sólo quieren vencer en algunas etapas, las que son más difíciles de conseguir y tienen más prestigio; otros quieren ser los más rápidos y algunos, simplemente, ofician de lanzadores o apoyo para garantizar el éxito de las figuras, como fue el propio Simone Ravanelli, del Androni Giocattoli, que cumplió a rajatabla para que Florez López comenzara el ataque a falta de 3.5 kilómetros y entrara al Alto de Colorado triunfal.
Sin embargo, esa solidaridad entre los ciclistas también está apoyada por un grupo de 15 personas (mecánicos, doctores, masajistas y asistentes) que son fundamentales en el engranaje estratégico de los equipos, ya sea solucionando problemas mecánicos o aprovisionando hidratación y alimentos en los puntos de avituallamiento.
El engranaje estratégico de los equipos, una situación clave de la carrera.
Para el cafetero, lo sucedido en la etapa Reina de San Juan fue una " excelente estrategia de equipo, pero también supo aprovechar el ritmo de sus compatriotas del Medellín, que venía barriendo el camino para su líder, Sevilla. "Seguí la rueda de mi compañero hasta que se cansó y me acoplé al ritmo del team Medellín porque los conozco. Sabía que si entraba a los últimos metros en el pelotón de punta podía ganar", comentó Florez López, minutos después de acreditarse la etapa más difícil
Por: Andrés Vázquez
Imagen: Guillermo Torres / Globesport